Esta semana traigo una receta que deleitara los paladares de
adultos y niños, os aseguro que os pedirán que repitáis este delicioso plato.
Esta receta se la he pedido mil veces a mi tía Ana y las mil
veces la he perdido , es una incongruencia por mi parte ya que soy una persona
que lo apunta absolutamente todo, llevo una agenda diaria sin la cual no podría
vivir. Pero es cierto que otra de mis grandes aficiones es recopilar recetas
y acabo apuntándolas en papelillos, en
cualquier momento y en cualquier lugar. También he decir que tengo una caja
para ellos, pero a mi tita la tengo a una simple llamada de teléfono y quizás
por ello me descuido. La cuestión es que el otro día me dije voy hacer la receta de mi tita y me dio un poco de vergüenza
llamarla otra vez para lo mismo, así que con lo que recordaba y un poco de
imaginación me puse manos a la obra. Cuando la probé, decidí que sería mi
siguiente post. Por cierto imprescindible el pan para la salsita.
Ingredientes:
- 2 sobre muslos de pollo, es lo que yo he cocinado. (Podéis hacerlo con la parte del pollo que más os guste).
- Aceite, sal y pimienta.
- 2 cebollas.
- Una lata de tomate natural triturado, 400 gr.
- 1 cucharadita de cominos.
- 1 cucharadita de tomillo.
- Orégano bastante. (Lo podéis apreciar en el paso a paso).
Preparación:
Cortamos las cebollas y las doramos en el aceite.
Salpimentamos el pollo, yo le pedí al carnicero que lo
hiciese trozos y le quitase la piel.
Añadimos el pollo.
La lata de tomate natural y triturado.Si tenéis unos buenos tomates maduros, podéis quitarles la
piel y añadirlos partidos en trozos.
Añadiremos la cucharadita de comino.
Seguiremos con la de tomillo.
Y finalizaremos con el orégano,os parecerá una barbaridad, pero lo ideal es cubrirlo.
Ahora dejaremos cocer a fuego lento entre 45 y 60 minutos,
lo moveremos de vez en cuando.Observaremos que el tomate es como si se caramelizara tras irse consumiendo poco
a poco el agua que va soltando junto al
pollito.