Como todos los años
hemos pasado unos días con mi madre en la casa familiar, un cortijo en
mitad del campo en el que otra vez he podido disfrutar de la tarea de hacer
conservas. Año tras año mi abuela junto a sus hermanas y Consuelo, nuestra
casera, hacían conservas en botes de tomate, pisto, berenjenas, melocotones y un
sinfín de frutas y verduras más.
Hoy en día solo nos queda esta afición a mamá y a mí y aquí
nos encontramos, manos a la obra. Os puedo asegurar que cada vez que utilice un
bote durante el invierno tendré la satisfacción de comer algo natural, sano,hecho
con cariño y de un sabor espectacular.
Conserva de tomates fritos:
Coger los tomates y
lavarlos.
Sacarmos y escurriremos. Una vez escurridos pasarlos por la batidora y luego por el
chino.
Ponemos con un chorreón de aceite y freímos. Nosotras no le
añadimos nada, ni sal, ni azúcar como hacen otras personas, una vez que los
utilizamos ya lo corregimos ó aliñamos al gusto y dependiendo del plato que
vayamos a preparar.
Llenamos los botes
con un embudo ,cerramos bien y los metemos en una olla llena de agua hasta que los cubra
enteros. Una vez el agua rompa ha
hervir contar 5 minutos para que hagan
el vacío.
Ya podemos ponerle una pegatina con el nombre y la fecha de
envasado. Quedando listos para utilizarlos durante el invierno.
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