Esta receta es un adelanto para todas las mamás en la
futura fiesta de Halloween, para que sus retoños puedan merendar, cenar junto un
vaso de leche calentito y porque no desayunar juntos, peques y mayores, a la
mañana siguiente en el caso de que haya quedado algo. Además podréis disfrutar con vuestros
hijos en la realización de las calabazas para iluminar y decorar vuestras casas.
Yo realmente no soy muy de Halloween, soy más bien tradicional
y precisamente aunque los orígenes de estas fiestas sean celtas, creo que hoy
en día es una más perteneciente al marketing comercial e importada de los
Estados Unidos. De hecho cuando yo tenía 9,10 u 11 añitos era impensable ver a
cualquier niño de mi ciudad,en la noche de casa en casa preguntando a sus
vecinos esa famosísima pregunta “¿Truco ó trato?”. Aún así como hay que estar al día
y unirse a los nuevos tiempos aquí os dejo esta receta.
La primera vez que la vi me llamo mucho la atención por la
cantidad de gasificante y levadura que llevaba, realmente la vista era
espectacular, un bizcocho que parecía ser
esponjoso y realmente así a quedado. La vi en uno de los blogs de los que soy seguidora pero ellos la realizaban en una olla eurowave,
la cual yo no poseo. Así que procedí a adaptar la receta para hacerla en
mi horno. Os aseguro que pienso repetirlo.
Ingredientes:
- 250 gr de harina para repostería.
- 4 sobres de gasificante , dos de cada. (esto es algo que muchas de nuestras abuelas llamaban gaseosa).
- 300 gr de calabaza asada.
- 270 gr de azúcar.
- 3 huevos XL.
- 150 gr de aceite de girasol.
- 2 cucharaditas de las de postre de levadura Royal.
En primer lugar pelaremos la calabaza y la asaremos
en el horno a 200 grados durante unos 20 minutos si la partís finita tardara
menos y ya sabéis cada horno es un mundo.Cuando este lista la sacamos y dejamos
enfriar.
Cascaremos los huevos separando las claras de las yemas, me gusta utilizarlos siempre a temperatura ambiente de la noche anterior.
Mezclamos las yemas con la mitad del azúcar y batimos con unas varillas
hasta que espumen.
Procedemos a montar las claras a punto de
nieve con la batidora a velocidad media cuando empiecen a subir iremos
añadiendo el azúcar poco a poco hasta que formen picos y el merengue este
durito .Reservamos.
Añadimos la mitad del aceite, la otra mitad
la pondremos en el vaso de la batidora junto a la calabaza, batimos. Esta mezcla la echamos a lo anterior, seguimos
batiendo con las varilla a mano.
Ahora iremos añadiendo la harina previamente mezclada con la levadura y el gasificante, poco a
poco y batiendo lentamente hasta que se integre con nuestra mezcla.
Incorporamos el merengue poco a poco, suavemente y con movimientos envolventes. Este paso es el que hace que nos quede estupendo. Así que paciencia y poquito a poquito.
Lo vertemos en nuestro molde previamente engrasado para que no sé pegue, también podéis forrarlo con un papel de horno.
Metemos en el horno a 180 grados de 30 a 40 minutos, veréis
como comienza a subir,jamás abráis el horno a media cocción ó vuestro bizcocho
bajara a la velocidad de la luz y quedará hecho un desastre. Sacar dejar enfriar ya que si no corréis el
riesgo por rapidillas que se os desquebraje como a mí.
Yo he espolvoreado con azúcar glace, para cubrir el desquebraje y luego he puesto almendra tostada y picadita por encima.
Como siempre os digo, dejad volar vuestra imaginación
y pensad que podéis cambiar la calabaza por un montón de cosas, zanahoria,
manzana, calabacín, batatas etc. Cread y disfrutad. Ah!! Y si alguien hace alguna adaptación
que le parezca magnifica hacédmelo saber en un comentario a pie de página.
Ahora ,a pasar una noche terrorífica y a disfrutar
con los chipilines de la casa.