Esta semana os un traigo un plato agridulce, os voy a dar un descansillo en
tartas a vosotros y a mi trasero que aunque lo intento es imposible
no acabar probando el ganache, el bizcocho ,la nata. etc. Claro, es que hay que
probar porque mi cabeza continuamente se pregunta ¿ Estará bueno?, ¿
me habrá salido bien?, ¿les gustara?. Y cuando acuerdo, me he metido un montón calorías para mi cuerpo tras haberme prometido a mi misma no picar nada ¡Ay, qué problema!.
Bueno el caso es que como no quería ingerir más calorías, ni tampoco tenía muchas ganas de freír patatas, lo
he hecho con una base de ellas en la fuente del horno junto a otra capita de
cebolla y lo que me ha ocurrido es que con los jugos de la carne, las patatas y la
cebolla estaban bastantes dulces. Pero os diré que podéis hacer esta
misma receta con solo la carne en el horno y freírle unas patatillas para
acompañar. En cuanto veías el modo de preparación, observareis lo que quiero
decir.
Ingredientes:
- ½ Kg de cinta de lomo.
- 50 gr de azúcar morena.
- 2 cucharadas soperas de aceite.
- 1 cucharada sopera de mostaza de
dijon. (Una en condiciones nada de esas de bote amarillo tipo burguer).
- 1 vaso ½ de los de chupito de
whisky.
- Sal.
- Pimienta.
Preparación:
Preparar la bandeja del horno con
unas patatas en rodajas, yo he puesto una grande y una cebolla cortada en
tiritas.
A continuación en un bol mezclar
el resto de los ingredientes en las cantidades indicadas.
Pintar la cinta de lomo por todos
los lados y colocar sobre la fuente de horno que habíamos preparado.
Introducir en el horno a unos 180
grados con fuego arriba y abajo durante una hora aproximadamente. Como siempre
os digo cada horno es un mundo.
Lo que sobra de la mezcla lo reservamos.
A media cocción sacar y darle la
vuelta.
Cuando lo sacamos vemos que la
parte de arriba esta caramelizada. Es aquí donde quería llegar con el hecho de
poner una base de patatas y cebolla al horno, al sudar el lomo con los azúcares va segregando jugos y le da
un sabor muy dulce a la patata. De ahí que os diga que podías hacer la carne
sola y servir con una guarnición aparte. Estaba muy buena , pero os lo debo decir
para que elijáis la opción que más os guste.
Volver a pintar con todo lo que nos quedaba en el bol y volver a meter en el horno.
Debemos observar si se reseca
mucho nuestra base y de si es necesario ,al
darle la vuelta podemos poner un chorrito de agua en la base.
Fin de nuestro plato de la
semana, espero que os guste.
Hasta la próxima mis queridos
rechupeteadores.